Obituario Fest, un temporal de Metal azotó a la Patagonia

El sábado 5 de abril comenzamos a viajar muy temprano desde Puerto Natales, nos despedía una postal de la costanera que nos ofrece una vista encantadora con el mar del océano Pacifico como telón de fondo, en la tarde después de cerca de 5 horas conduciendo las rutas de la Patagonia, pudimos presenciar el océano Atlántico que baña la costa de Rio Gallegos. La jornada nos prometía vivir algo inolvidable.
Lo que nos convocaba era uno de los festivales más destacados de la Patagonia argentina, el Obituario Fest.

Los antecedentes que manejábamos del festival que ya había realizado varias ediciones y de que habían tocado bandas muy importantes de Metal de argentina, y que alguna vez tocó Brujería, el importante grupo oriundo de México, los que habían asistido a sus anteriores ediciones recomendaban la asistencia a dicho evento.
La noche prometía una velada inolvidable y así fue, hubo muy buena organización, buen sonido y las bandas dieron un espectáculo inolvidable.
El grupo que abre el festival fue la banda oriunda de Comodoro Rivadavia Ante Ruinas, que nos ofreció un show sin concesiones donde primo la actitud y un metal que no dejaba indiferente a nadie, continúan tres bandas oriundas desde Buenos Aires, primero fue Osamenta que con su caustico thrash metal nos invitaba al pogo, también a escuchar su discurso contestatario: luego le toca el turno a No Guerra que nos sorprendió con su propuesta que es una mezcla de Thrash con hardcore, ellos ofrecieron una actuación muy potente donde también primó el discurso contestatario, sin lugar a dudas fueron tres grandes grupos que pudimos descubrir aquella noche, la banda que cerraría el show fue Avernal, con sus más de 30 años tocando metal extremo era la encargada de cerrar la velada, el escenario fue tomado por asalto por los musicos, su set fue sin concesiones, no dejó a títere con cabeza, su actuación fue como una lección que reivindicaba la vieja escuela del metal oscuro.
Sintetizando, el evento fue un temporal de Metal que azotó a la Patagonia y se agradece.
El nivel técnico tanto del evento como de las bandas fue tremendo, hay que resaltar también que hubo un buen marco de público.
Termina el show y la sensación de satisfacción y de alegría era palpable, se veían muchos rostros con felicidad, nosotros debíamos regresar a nuestro lugar de origen, pero lo hacíamos seguros de haber vivido algo inolvidable y que reafirmaba de que el Metal está más vivo que nunca en Patagonia.
Por: Juan Salvador Miranda V.
*Foto portada: AVERNAL